martes, 24 de febrero de 2009

Análisis del atentado al gobernador de Chihuahua
Columna Astillero de La Jornada

Achicar
Política de miniatura
Cateos militares

Por: Julio Hernández López

Ciudad de México. 24 febrero. La Jornada.- No hay que achicarse, recomienda desde el mundo de las miniaturas el jefe formal de las instituciones liliputienses, mientras en la Chihuahua de pueblo mártir las venganzas y amagos de los narcos sin cargo ni credencial pública llegan hasta el convoy del gobernador priísta que apenas tomó nota del mensaje mortal que le enviaron y de inmediato atribuyó el incidente sangriento a un altercado vial, como si a cualquiera le fuera dado enfrentar a tiros a los choferes arbitrarios de los poderosos que por donde transitan van desplegando muestras de abuso y prepotencia.

Un escolta muerto y otros heridos en el incidente que toca a otro gobernador, como en el pasado detonaron granadas a unos metros de donde el michoacano regente del mercado local daba el verdadero Grito.

Los altercados viales se multiplican, como en la mancillada Ciudad Juárez, donde el grupo dominante de capos ha hecho que se retiren del cargo los jefes policiacos municipales que no son de su contentillo, amenazando con asesinar agentes de a pie mientras la ruleta de las designaciones no caiga en una de sus fichas compradas.

Entidad norteña que pareciera abandonada por los poderes federales, convertida en diario escenario de crímenes sin castigo, mientras el resto del país se entera de sus desgracias como si sucedieran en latitudes extrañas. Ironía de la vida que el estado histórico, plataforma de lanzamiento y sostenimiento de las acciones revolucionarias verdaderas del siglo pasado, tenga hoy en sitiales directivos de las cámaras federales a políticos que nada hacen por defender verdaderamente a sus paisanos.

Ni el Maderito senador panista que, conforme permite que lo conozcan, más empequeñecido políticamente se exhibe, ni el diputado priísta César Duarte, de similar talla política breve. ¡Chihuahua: ni un chihuahuense en los primeros niveles políticos del país que sea capaz de hacer por su terruño algo más que discursillos oportunistas y declaraciones intrascendentes!
Ponerse en los zapatos del pueblo, pide Felipe el chico a los miembros frívolos de su gabinete siempre vestido de marca.

Sugerencias pedestres para ver si mediante pedagogía del calzado los secretarios que creen pisar el cielo van entendiendo el sufrimiento de los mexicanos. Discurso sentimentaloide que no tiene asidero en la realidad despilfarradora de quienes a cuenta del erario se dan la gran vida y aseguran mediante actos de corrupción la vida desahogadísima de varias generaciones de sus familiares.

Achicado también está el peso, cada vez más devaluado frente al dólar, que ayer pasó la barrera de los 15. La despensa familiar continúa reduciéndose, luego de décadas en las que se hizo creer a los críos que en ella se resumían la fortaleza de la casa y el futuro promisorio garantizados a partir de la existencia de miles de millones de dólares que ahora están siendo utilizados para contener los apetitos de los especuladores que ayudan a sus empresas locales y a sus matrices extranjeras con cargo a las remesas cotidianas que son puestas a la venta a compradores no conocidos sin que mengüe la carrera cambiaria desfavorable para el peso.

No hay comentarios: