viernes, 6 de febrero de 2009

Despiden y sancionan a profesores y jefes de zona por no dar clases a niños indígenas

· “Enfermedades”, alcoholismo y pretexto de cursos , causas de inasistencias
· Sólo el 40 por ciento de profesores “bilingües” de Educación Indígena no hablan el idioma rarámuri o tepehuán
· Ya estaban “fichados”, pero no actuaban las autoridades educativas

Gabriel Valencia Juárez
Guahochi, Chih.- Dos maestros despedidos, dos supervisores de zona suspendidos y reubicación de una profesora, ejecutó el Departamento de Educación Indígena y los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua, luego de que padres de familia de Baquiriachi, El Salvial y La Tulita del municipio de Batopilas, Chihuahua, denunciaron que sus hijos no reciben clases regularmente, por la ausencia de profesores que duran “hasta un mes duran sin dar clases a los niños”.

“Ya teníamos ‘fichados’ a esos maestros y supervisores de las zonas 18 (Yoquivo) y 20 (Baquiriachi)”, manifestó el director del Departamento de Educación Indígena, dependiente de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua –SEECH-, Samuel Díaz Palma, tras la reunión con los cinco profesores que trabajaban en las comunidades antes citadas de la región subtropical de la Sierra Tarahumara.

La reunión se celebró en las oficinas de los Servicios Regionales de Educación de Guachochi, cuyo jefe es Miguel Ángel Cruz, el pasado 5 de febrero.

Estos problemas, indicó Díaz Palma, están en todas partes. “Ya los sabemos, pero hay un burocratismo y falta de recursos para poder actuar”, es decir, no hay los suficientes recursos –viáticos- para supervisar comunidades lejanas, justificó el profesor Díaz Palma, originario de Guachochi y que hace 23 años trabajó en aquella zona de Batopilas.

La solución, en el caso de Baquiriachi, donde el ausentismo permanente de la profesora Marta Beatriz Sétima Díaz, por “enfermedad”, fue su reubicación y contratación de otra maestra para que ocupe su lugar de inmediato, expresó por su parte el jefe del Departamento de los SEECH en Guachochi, Miguel ángel Cruz.

Respecto al supervisor de la zona 18 de Baquiriachi, Guillermo Figueroa Díaz, fue suspendido de su cargo y se hizo acreedor de otra “nota de extrañamiento” por no realizar su trabajo de inspeccionar las comunidades a su cargo, entre ellas, La Tulita. También fue suspendido el supervisor de la zona 20, Servando Chirivista, ya que tampoco cumplía con su trabajo, además de emborracharse en horas de trabajo y desconocer muchas comunidades, entre ellas, Baquiriachi, dijo el director del Departamento Indígena.

En los casos de Noé Alfonso Chirivista Miranda –hijo de Servando Chirivista- que trabajaba en El Salvial y Juan Lino Vega Valencia que faltaba en La Tulita, fueron despedidos del sector educativo, ya que se les había dado una oportunidad, y no entendieron. Entre las anomalías cometidas por dichos maestros, fue el ausentismo por alcoholismo, expresó Díaz Palma.


Tras puntualizar que los señalamientos en la prensa, “nos sirve mucho para poder actuar”, Samuel Díaz Palma, reconoció que 3 son los factores que provocan el ausentismo de maestros en la Sierra: 1) el alcoholismo de muchos profesores, “que es una enfermedad” y que les dan la oportunidad de rehabilitarse; 2) cursos permanentes en horas de clases –“cursionitis”- y 3) la preparación de profesores que estudian en la Universidad Pedagógica Nacional, que induce a desgaste económico y no dar clases en las comunidades; por ello, la disyuntiva es: ¿o estudian o trabajan? para reducir el ausentismo en las aulas, afirmó el director del Departamento de Educación Indígena, Díaz Palma.

El funcionario indigenista que sólo habla el 40 por ciento del rarámuri, dijo que la falta de viáticos en el sector educativo, no permite la supervisión adecuada a las comunidades lejanas. “Ojala se le den más recursos, tanto económicos y materiales, además de la construcción de más escuelas y aulas en la Sierra”, sostuvo Samuel Palma.

Alto a talleres y cursionitis en el ciclo escolar

Para poder enderezar la educación en las escuelas interculturales e indígenas de la Sierra Tarahumara, deben pararse los talleres o cursos de preparación ya que son los pretextos para que los maestros se ausenten de su lugar de trabajo, indicó el director del DEI-SEECH, y añadió que los cursos de preparación se deben impartir en las vacaciones medias y grandes de los maestros, para no interrumpir las clases a los niños indígenas y mestizos. Es la única solución para parar el ausentismo y desgaste económico de los maestros en las comunidades lejanas de la Sierra, acotó.

Al preguntársele al funcionario del DEI, del por qué hay muchos “profesores bilingües” que no hablan el idioma rarámuri o tepehuán, respondió que solo el 40 por ciento del personal de Educación Indígena -744 de 1,860 profesores- no habla el idioma rarámuri o tepehúan; el resto sí. “Somos indígenas, pero no somos bilingües, ya que la lengua se pierde cuando en las familias indígenas no se fomenta el rarámuri”, dijo.

Finalmente, Samuel Díaz Palma, ejemplificó el caso de una maestra-alumna de Baborigame, municipio de Guadalupe y Calvo, que se traslada cada 15 días a Guachochi a recibir cursos y asesorías en la UPN, “que gana mil 500 pesos quincenales, y gasta mil pesos en ida y vuelta –transporte, hospedaje y comida-, y solo le quedan 500 pesos para subsistir”. Se trasladan los estudiantes el jueves o el viernes por la mañana y se regresan a su centro de trabajo los lunes y llegan hasta el martes, dejando a los alumnos sin clases, y eso pasa en varias comunidades lejanas de la Sierra la Sierra Tarahumara de Chihuahua, indicó.

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