martes, 14 de julio de 2009
2000-2009, un porfiriato sin el vetusto Porfirio 1910-1913
EL PASADO COMO TRIUNFO
Marco Rascón
Si en algún momento hubo transición en México, esta ha fracasado…por el momento. Porque hubo una vez, hace 3 años, que las fuerzas opositoras al régimen priísta de partido de Estado, obtuvieron juntas 70 por ciento de la votación nacional. A esa fuerza conjunta, no se le pedía una alianza, pero sí construir las nuevas reglas de la gobernabilidad, la sustentabilidad económica, la relación con el exterior y el nuevo marco de la soberanía.
Hoy, como los hijos que se van de casa en rebeldía frente al autoritarismo y la incomprensión, los ciudadanos han regresado apaleados, suponiendo que el pasado era mejor y solicitando el perdón por haberse aventurado a cambiar. El PRD y el PAN, propietarios de las izquierdas y las derechas electorales, fracasaron en la idea de cambiar al país y se lo han regresado al viejo PRI, haciendo del retroceso la nueva forma del cambio. Entre PRD y PAN que debieron dividir al PRI, lo unificaron y restauraron.
El maderismo, según la visión de José Vasconcelos, fue una tragedia porque convocó al país a cambiar, sin lograrlo. Se derrocó a Porfirio Díaz, pero no al porfiriato, y el país estalló. Madero, pactando con el viejo régimen, quiso ahorrarle una revolución al país, pero al desmembrarse su fuerza, provocó una de las más grandes y sangrientas.
Hoy el regreso del PRI equivale al golpe de estado de Victoriano Huerta, que entonces, cómo hoy, fue festejado por los medios, los oligarcas económicos, la estructura sindical de los gobernadores y los aparatos del clientelismo central. Es sorprendente observar que muchos de los que anunciaron en julio del 2000 que “había caído el muro”, hoy lo levantan bajo la fuerza de que el viejo régimen es nuestra única opción de gobernabilidad. En este episodio, hasta los mismos priístas que proponían un “nuevo PRI” salieron golpeados. Porque el que ganó es el viejo PRI, el de siempre; el de la unidad nacional, el profundamente contrainsurgente y anticomunista. El PRI que espiaba, torturaba, encarcelaba y desaparecía; el del presidencialismo autoritario, el del entreguismo y el neoliberalismo. El de la corrupción.
No solo falló la memoria, sino gracias a la incompetencia de los responsables de conducir al país con los resultados de 2006, el PRI ha regresado como mayoría absoluta a cogobernar y tripular el naufragio de Felipe Calderón, para quién de ahora en adelante, el azul será cada día más desteñido y para quién se verá forzado a pintar todas sus decisiones de tricolor intenso.
Los panistas han fracasado hoy en conjunto, y se han quedado sin reservas políticas. Con Vicente Fox fracasaron los neopanistas empresariales nacidos de los “encapuchados de Chipinque” en 1982, tras la nacionalización de la banca. Ahora fracasan los doctrinarios, los ortodoxos que llegaron reclamando a los foxistas haber cedido políticamente frente al priísmo. Nueve años del país tirados por la borda y gastados en discursos frívolos y escaramuzas de reformas que terminaron demostrando que, desde la tercera fuerza, el PRI ya gobernaba sin elecciones de por medio, basados en la división entre los dos polos que los habían derrotado a través de un largo proceso. Entre ellos, no hubo un asomo de visión estadista. México vivió en 2000-2009, lo mismo que entre 1910 y 1913, un porfiriato sin Don Porfirio, y un cambio con retroceso.
En el otro lado ¡pobre Marcelo! Ahora tendrá como parte de sus aspiraciones presidenciales, llamar a los representantes de la Asamblea Legislativa a cumplir de manera sumisa la orden de imponer a Clara Brugada sobre los electores de Iztapalapa. Lo que fue un movimiento definido por Andrés Manuel López Obrador “contra la derecha”, y que anunció el fin de las instituciones, ahora celebra como central, su triunfo pírrico contra su coordinador de campaña en el 2006 y de manera oscura sin duda, el triunfo del PRI por el que ha trabajado, liquidando su propia fuerza. Nadie percibe que ese movimiento que ganó en las urnas 35 por ciento de votos, ahora tiene el tamaño del de PT y Convergencia, que juntos no llegan al 5 por ciento ¿A dónde se fueron sus votos? Al PRI ¡Por eso hoy el PRI le levanta un monumento al lopezobradorismo y su obra liquidadora!
En este drama político, la reserva del país se refugió en una vasta y diversa red social, horizontal y desorganizada que protestó en las urnas anulando el voto. Ellos aumentaron la votación general contra el abstencionismo, pero rechazaron el sistema de partidos. Su raíz es la insatisfacción, pero con objetivos y la demanda de continuar el cambio, pese al retorno del viejo régimen para que todo siga igual.
Ante el fracaso de la política polar entre PAN y PRD, ¿cuál será la alternativa hoy de las fuerzas democráticas y la sociedad? Este 5 de julio, no hubo un voto en blanco, sino un voto con adjetivos y objetivos, que busca transformar contra el pasado anunciado como triunfo, y a la transición que todos, han convertido en naufragio. www.marcorascon.org
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