Santuario natural
Cascada Wérachi, un lugar maravilloso escondido en la Sierra Tarahumara de Chihuahua
· Misterio, fauna y belleza natural detenida y tallada por las manos del tiempo
· Aguas cristalinas, permanentes y "estáticas" de 60 metros de altura, serpentean por verdes laderas y altos peñascos con penachos
· Un paraje majestuoso de agua, tierra, cielo y cordilleras, donde vista, cuerpo y mente se relajan y echan a volar el espíritu
· Próximo centro ecoturístico "Cocoyome" al sur de la Sierra Tarahumara de Chihuahua


Wérachi, Guachochi, Chih.- Detrás de la Cascada Wérachi de 60 metros de altura, cuya corona está compuesta por dos árboles como penachos, y largos brazos verdes a sus costados, se esconde un macizo de piedras prehistóricas, cortado por el tiempo, bañado por aguas permanentes cristalinas y blancas, que caen al fondo de la barranca y serpentean por la ribera de un arroyo con rumbo al río Wérachi o río Verde."Descubierta" y difundida en 2004, al público, durante la apertura de la carretera Guachochi-Río Wérachi-Baborigame, este último pueblo es del municipio de Guadalupe y Calvo, la catarata de Wérachi de aguas diáfanas cotidianas, está a una hora de viaje en vehículo, partiendo de Guachochi, y a 6 horas desde Chihuahua capital. La carretera es transitable, salvo algunos tramos en mal estado por el temporal de lluvias, pero que es reparada inmediatamente por tractores del Ayuntamiento. El buen estado de la carretera a la cascada o hasta el rió Wérachi, lo demuestran las camionetas-ruteras que transitan de Guachochi a Baborigame, cada tercer día.
El viaje a la cascada se hace a través de dos zonas: montañosa y subtropical. La primera es entre bosques, atravesando impresionantes montañas, cordilleras lejanas que hacen que la vista de los ojos se alarguen, así como pueblos pintorescos de la Sierra - como Puerto Bichi-, comunidades indígenas, ranchos, cabañas, arroyos y campos, que en ésta época, parecen alfombras multicolores al natural: moradas, amarillas, blancas y verdes, rodeadas de bosques.
En la segunda fase del viaje, el panorama cambia a vegetación subtropical, destacando los cactus y nopales, arbustos medianos y plantas encajadas sobre laderas y en medio de peñascos. Desde arriba o desde abajo, se observan imponentes cumbres, oscuras, cafés o verdes, envueltas en un manto azul; y, bajo los pies de esos picachos prehistóricos, se atisba una carretera que parece una serpiente viajando por tierra.
De Guachochi al entronque de la cascada de Wérachi, son 42.5 kilómetros, y se transitan en 1 hora, aproximadamente, según las habilidades y conocimiento del terreno del chofer; y, hasta el río Wérachi o río Verde, donde está un gran puente que conecta a la "otra banda" de Guadalupe y Calvo, tiene una distancia de 59 kilómetros, según el Departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento. Dieseis y medio kilómetros menos.
La cascada Wérachi, que parece un reservado velo blanco y largo, rodeado de un exuberante verde que cubren el misterio acumulado por millones de años en esta región sur de la Sierra Tarahumara, esta encajada en una fractura de una cadena de piedras enlazadas por donde se deslizan sus diáfanas aguas en los últimos miles de años.
En las laderas de las cumbres, ubicadas a un costado de la cascada, están sembrados árboles y plantas frutales de clima tropical, principalmente aguacate, traídas desde Michoacán hace 5 años, así como ajos y verduras. El camino, del entronque a la cascada, es de 2.5 kilómetros, es accesible por su buen estado, donde se atraviesan dos puertas guardaganado.
La cascada Wérachi, es un remanso natural donde habitan el llamado "pájaro mexicano", por sus tres colores: verde, blanco y colorado, así como otras aves trovadoras; pumas, venados y serpientes y sobre todo, escuchar el canto eterno de la cascada. Es un maravilloso paraje escondido en estos lares de la Sierra, donde se disfruta de una vereda verde, que baja al arroyo, respirar aíre puro y sentir la brisa de la cascada que el viento lanza al espacio.
Un lugar recomendable para todas aquellas personas que buscan aventuras, y a la vez, encontrar la paz interna, alejarse del stress, de las broncas cotidianas y recrear la vista, para darle alas a la imaginación y fortalecer el espíritu. Es un lugar maravilloso de sano esparcimiento natural.
La cascada Wérachi, será el día de mañana, un centro ecoturístico y huerto, entre montañoso y subtropical, denominado "Cocoyome", donde habrá un hotel con habitaciones construidas al estilo de las casas antiguas –piedra esculpida, ramas y lodo macizo- de los rarámuris; un restaurante y un mirador, inicialmente, todo ello con vista a la cascada y a los picachos, que algunos de ellos, tienen forma de monjes o santos. Actualmente se puede acampar, llevando casa de campaña y bolsa de dormir o cobijas. Ahí lo atenderán con la hospitalidad que caracteriza a la gente serrana.
En síntesis: el centro ecoturístico "Cocoyome" en ciernes, es un lugar serrano escondido entre el misterio de la Sierra, para relajarse, meditar y agarrar buenas vibras en esta época de quebranto espiritual, crisis económica, política, inseguridad social y pérdida de los valores cristianos.
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