Desastre ecológico en laguna de
Aboreachi, Mpio. de Guachochi






· No hay conciencia para el bosque; derrumbe ilegal de pinos junto al Lago de Aboreachi –Lugar de Tascates- que es zona turística
· Los pinos “oro verde” para los comisarios ejidales; en próximo años se convertirá en un desierto la Sierra
· Sólo 500 pesos de reparto de utilidades en el lapso de 6 años; 4 centavos por día les toca a los 516 ejidatarios, indígenas en su mayoría, afirman
· Tumban pinos como si fuera zacate
Gabriel Valencia Juárez
Laguna de Aboreachi, Guachochi, Chih. Mayo 2005.- Un desastre ecológico en esta región de la Sierra Tarahuamara se registró en días pasados, luego de que la Unión de Silvicultores Unidos de Guachochi encabezadas por Anselmo Pompa García, autorizó la marcación para tumbar decenas de pinos junto al lago, considerada por sus habitantes y autoridades estatales y municipales, como zona turística y recreación familiar.
Ejidatarios de este pueblo –ubicado a 45 kilómetros sobre la carretera Guachochi-Creel-, manifestaron su inconformidad por el destrozo del bosque a orillas del Lago, mismos que quedaron sorprendidos por el derribo de grandes pinos y ver ramas y trozos de madera flotando sobre las aguas del Lago de Aboreachi, ya que consideran un orgullo para los serranos y que en el futuro “se convierta la Sierra en un desierto”.
El ejidatario Astolfo Loya, manifestó que “no hay conciencia para el árbol. Aquí alrededor de las sierra-banda (aserradero), ni alrededor de la Laguna. Aquí a 50 metros del aserradero están tumbando porque es lo más fácil para ellos; lo más cómodo ya que es lo más barato alrededor del Lago y del poblado”.
El actuales autoridades del comisariado ejidal encabezadas por Justino Armendáriz Ceballos, cambiaron de servicios técnicos forestales. Primero estaban con la Unidad Técnica de San Juanito, municipio de Bocoyna, cuyo responsable es el ingeniero Valdemar Beltrán; después se fueron con la Unión de Silvicultores Unidos de Guachochi que dirige el ingeniero Anselmo Pompa García, quien tienen una demanda ante la Profepa y Semarnat por derribo ilegal de 5 mil metros cúbicos de madera en el ejido de Papajichi (lugar de Manantiales), municipio de Guachochi, interpuesta ejidatarios en el año 2002.
El ejido de Aboreachi tiene una extensión de 28 mil hectáreas totales aproximadamente y con 516 ejidatarios, en su mayoría rarámuris que no son beneficiados por la explotación del bosque, ya que los únicos beneficiados son “los Chabochis que encabezan las autoridades ejidales, y desde hace 20 años, “nunca han ganado los indígenas la presidencia del comisariado ejidal. Antes, cuando los indígenas fueron comisariados, no se explotaba el bosque. Ahora, no aceptan los mestizos ni siquiera el comisariado de policía”, señaló don Astolfo Loya.
-Se ve que hace algunos días derribaron los pinos en el Lago-, se le inquirió al ejidatario y con seguridad contestó:
-Lo andan haciendo ahorita; en este momento.
-¿Quién hace eso? ¿Tiene permiso, o lo hacen a la brava?
-No, si hay permiso, como no. Es la Unidad de Chemo Pompa. Esa es la que está tumbando; la que está marcando los pinos.
-¿El Lago es considerado zona ecológica y turística?
-Era lo más bonito que teníamos, ejemplo que podía ser para el ejido. Esos árbol bonitos que se veían alrededor del Lago, ya los tumbaron; ya es un desastre ecológico. Los trozos y ramas se ven el agua. Es una destrucción sin medida. Hace un mes empezaron, cerca del aserradero para que no les cueste el flete –acarreo- y gastan menos dinero-.
-En el futuro que puede pasar en este lugar de la Sierra Tarahumara-, preguntamos y avizoró Astolfo Loya, cuyo padre Jesús Loya Martínez fue uno de los fundadores del ejido:
-Un próximo desierto. Aquí no vamos a ver un árbol dentro de poco tiempo. Aquí era un bosque bonito; ahora ya no se haya bosque como antes, ¿de dónde? Ahí por la Laguna ya no se encuentra. Este lugar estaba tupido de bosque; ahora nomás están los troncos-, concluyó.
· Los pinos “oro verde” para los comisarios ejidales; en próximo años se convertirá en un desierto la Sierra
· Sólo 500 pesos de reparto de utilidades en el lapso de 6 años; 4 centavos por día les toca a los 516 ejidatarios, indígenas en su mayoría, afirman
· Tumban pinos como si fuera zacate
Gabriel Valencia Juárez
Laguna de Aboreachi, Guachochi, Chih. Mayo 2005.- Un desastre ecológico en esta región de la Sierra Tarahuamara se registró en días pasados, luego de que la Unión de Silvicultores Unidos de Guachochi encabezadas por Anselmo Pompa García, autorizó la marcación para tumbar decenas de pinos junto al lago, considerada por sus habitantes y autoridades estatales y municipales, como zona turística y recreación familiar.
Ejidatarios de este pueblo –ubicado a 45 kilómetros sobre la carretera Guachochi-Creel-, manifestaron su inconformidad por el destrozo del bosque a orillas del Lago, mismos que quedaron sorprendidos por el derribo de grandes pinos y ver ramas y trozos de madera flotando sobre las aguas del Lago de Aboreachi, ya que consideran un orgullo para los serranos y que en el futuro “se convierta la Sierra en un desierto”.
El ejidatario Astolfo Loya, manifestó que “no hay conciencia para el árbol. Aquí alrededor de las sierra-banda (aserradero), ni alrededor de la Laguna. Aquí a 50 metros del aserradero están tumbando porque es lo más fácil para ellos; lo más cómodo ya que es lo más barato alrededor del Lago y del poblado”.
El actuales autoridades del comisariado ejidal encabezadas por Justino Armendáriz Ceballos, cambiaron de servicios técnicos forestales. Primero estaban con la Unidad Técnica de San Juanito, municipio de Bocoyna, cuyo responsable es el ingeniero Valdemar Beltrán; después se fueron con la Unión de Silvicultores Unidos de Guachochi que dirige el ingeniero Anselmo Pompa García, quien tienen una demanda ante la Profepa y Semarnat por derribo ilegal de 5 mil metros cúbicos de madera en el ejido de Papajichi (lugar de Manantiales), municipio de Guachochi, interpuesta ejidatarios en el año 2002.
El ejido de Aboreachi tiene una extensión de 28 mil hectáreas totales aproximadamente y con 516 ejidatarios, en su mayoría rarámuris que no son beneficiados por la explotación del bosque, ya que los únicos beneficiados son “los Chabochis que encabezan las autoridades ejidales, y desde hace 20 años, “nunca han ganado los indígenas la presidencia del comisariado ejidal. Antes, cuando los indígenas fueron comisariados, no se explotaba el bosque. Ahora, no aceptan los mestizos ni siquiera el comisariado de policía”, señaló don Astolfo Loya.
-Se ve que hace algunos días derribaron los pinos en el Lago-, se le inquirió al ejidatario y con seguridad contestó:
-Lo andan haciendo ahorita; en este momento.
-¿Quién hace eso? ¿Tiene permiso, o lo hacen a la brava?
-No, si hay permiso, como no. Es la Unidad de Chemo Pompa. Esa es la que está tumbando; la que está marcando los pinos.
-¿El Lago es considerado zona ecológica y turística?
-Era lo más bonito que teníamos, ejemplo que podía ser para el ejido. Esos árbol bonitos que se veían alrededor del Lago, ya los tumbaron; ya es un desastre ecológico. Los trozos y ramas se ven el agua. Es una destrucción sin medida. Hace un mes empezaron, cerca del aserradero para que no les cueste el flete –acarreo- y gastan menos dinero-.
-En el futuro que puede pasar en este lugar de la Sierra Tarahumara-, preguntamos y avizoró Astolfo Loya, cuyo padre Jesús Loya Martínez fue uno de los fundadores del ejido:
-Un próximo desierto. Aquí no vamos a ver un árbol dentro de poco tiempo. Aquí era un bosque bonito; ahora ya no se haya bosque como antes, ¿de dónde? Ahí por la Laguna ya no se encuentra. Este lugar estaba tupido de bosque; ahora nomás están los troncos-, concluyó.
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