El “padre nuncio”, monseñor Cristopher Pierre, bendijo
y convivió con cientos de indígenas rarámuris
Portavoz del Papa Benedicto XVI y representante de Cristo, la presencia del embajador papal en
Tatawichi, Guachochi, Chih.- Demostrando habilidades dancísticas, cantos milenarios, izamiento de banderas y resonancia imparable de tambores, centenares de rarámuris –niños –towís-, jóvenes –kuríwamw- y adultos -chérames- de esta comunidad auténticamente indígena, recibieron con gran entusiasmo, orden y respeto al embajador del Vaticano, monseñor Cristopher Pierre -el “peregrino de Dios”- en gira pastoral de cinco días por
La visita del embajador Papal a Tatawichi es fue “dar la palabra de Dios” como “portavoz del Papa Benedicto XVI”, además de que “Jesucristo se hace presente a través de monseñor Pierre”, manifestó el obispo de
Antes de las 11:00 horas del Viernes Santo, cientos de rarámuris –tewékes –mujeres- y rejoys –hombres- de diversas comunidades lejanas, vestidos con su típica vestimenta multicolor, aparecieron en Tatawichi para recibir al “padre nuncio” , e iniciaron, frente a la iglesia, convento y panteón, el ritual religioso, exhibiendo su originalidad milenaria, habilidades dancísticas e historia cultural indígena, en el cual se transforman en personajes disímbolos: pintos, moros, negros, judas, fariseos y soldados en las festividades de Semana Santa.
Tras el ritual indígena, cuya demostración fue con energía, fe y alegría, en el cual la asistencia de mestizos-chabochis, era una minoría procedente de fuera de Tatawichi, se dirigieron en “fila india”, bailando y tocando los tambores sin descanso por espacio de tres horas, al terreno donde recibieron a las 11: 20 horas a monseñor Cristopher Pierre, quien llego a Tatawichi en vehículo –procedente de Guachochi- en compañía del obispo de
El embajador del Vaticano, consideró su recibimiento como un gran acontecimiento, por la comunidad indígena “reunida para vivir y crecer en su fe; para no perder sus tradiciones y su cultura que es preciosa. Sean más fuertes y más auténticos para defender sus tradiciones”, toda vez que “una comunidad es fuerte cuando está con Dios”, expresó en el interior de la iglesia, colmada de rarámuris, que con respeto y solemnidad escucharon las palabras evangelizadoras de monseñor Pierre.
Antes de dirigirse a la iglesia, bajo un sol radiante, monseñor Pierre y el obispo Sandoval, saludaron de mano a cada uno de los participantes en el evento religioso, aproximadamente unas 300 personas, encabezados por el gobernador indígena Francisco Salvador Bustillos. A las 12: 20 horas, la columna de indígenas, encabezada por los representantes eclesiales, que con solemnidad caminaron junto a los rarámuris, se dirigió la iglesia de Tatawichi, que en rarámuri significa “Lugar de Padres”. Ahí por segunda ocasión, los rarámuris exhibieron el característico ritual de Semana Santa.
La fuerza del perdón, el amor y la fe
La misa se inició a las 12: 40 horas. Dos filas hubo en el interior de la iglesia: las tewékes –mujeres- y los rejoys –hombres-. El obispo de
A su vez, el embajador del Vaticano, recordó la historia bíblica donde Judas era amigo de Jesucristo, pero se corrompió para traicionarlo, en tanto que “Poncio Pilatos se portó como un cobarde, temeroso que no tuvo la valentía de hacer justicia en favor de Cristo”.
Se refirió monseñor Pierre que en esta época de crisis de valores humanos, existen muchos problemas y pleitos entre las familias que deben dejarse fuera, ya que “somos hijos de Dios y de María madre. La iglesia es una gran familia: somos hermanos y hermanas de Dios”, dijo.
“Jesucristo perdono”, pero en la actualidad “no es fácil perdonar. Con su perdón, Cristo nos da capacidad de perdonar (a nuestros semejantes) para crear una nueva vida. Cristo cuando muere se entrega a la humanidad. Esa es la comunicación con Dios. Él viene para transformar nuestras vidas. En la fe está el tesoro de la vida y el amor. En la fuerza del perdón está el arrepentimiento”, dijo en perfecto español, monseñor Pierre.
Reprendió a los que hacen el mal, insultan y roban a los semejantes. El mensaje del representante del Papa Benedicto XVI, fue traducido al rarámuri por el gobernador indígena Francisco Salvador Bustillos. Sin ruidos ni alteraciones, los indígenas escucharon con respeto y solemnidad las palabras del monseñor francés que vive desde hace 4 años en México, a quienes les repartió rosarios de madera.
El gobernador indígena de 48 años de edad, al término de la ceremonia, denunció al cacique Felipe Valencia Nevares (indígena), por amenazas de muerte en su persona durante la pasada asamblea ejidal. El ex comisariado ejidal fue destituido de sus derechos agrarios por dañar y explotar irracionalmente los bosques de la comunidad, preciso por su parte el actual comisariado ejidal, Petronilo Francisco Bautista.
Finalmente, a las 2 de la tarde, los sacerdotes se trasladaron al convento, donde de forma sencilla saborearon la comida cotidiana de los indígenas: relowis –papas-, remekes –tortillas-, muní –frijoles-, sapaca –carne en caldo-, rochí –pescado empapelado- y refrescos, conviviendo tranquilamente con los rarámuris de Tatawichi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario